miércoles, 5 de diciembre de 2007

Sobre modelos de negocio



Probemos a formular nuestro modelo de negocio como el de una organización de proyectos:
transformamos nuestras capacidades y conocimientos en proyectos que llevamos al mercado, generando unos resultados que nos han de permitir desarrollar nuevas capacidades y conocimientos…


Si lo adaptamos para una organización de producto, tranformamos recursos de inversión y tecnología en productos que llevamos al mercado para generar valor en forma de resultados que volvemos a invertir para desarrollar nuevos productos.

En este segundo modelo la inversión cobra mayor protagonismo: se requiere generar productos y por lo tanto dedicar recursos de inversión adicionales para su desarrollo antes de ir al mercado. Pasa por “productizar” ó empaquetar capacidades y tecnologías.


¿Y si lo adaptamos a una organización que crea oportunidades? A mí me sale algo así: desarrollamos oportunidades transformando ideas en valor de mercado y para la sociedad, apropiándonos de algo de ese valor creado para invertirlo en nuevas oportunidades. A su vez, cada oportunidad desarrollada alimentará nuevas ideas que generarán nuevas oportunidades que….

Ahora son las ideas las protagonistas al estar en la base para crear oportunidades u “oportunizar”. Las oportunidades pueden materializarse en proyectos y productos, por lo que este último modelo es complementario de cualquiera de los dos previos, añadiendo la dimensión creativa al desarrollo de productos y de proyectos.

El modelo de negocio de cada proyecto/producto/oportunidad concreta habrá de atender a cómo crea valor para el mercado. Pero para que sea un modelo de negocio también para nosotros tendremos que prever cómo vamos a hacer nuestro una parte de ese valor que hemos contribuido a crear.