Resultados del juego de cartas “Encajar lo improbable” del grupo de IDEAS.
13 de diciembre de 2007
Participantes: FE, LV, NP, IU, NT, AP.
Observadores: IR, BI.
IR y BI explicaron las reglas del juego. Se planteó una situación concreta como objeto de reflexión durante la dinámica:
¿Qué hacer con la cartera de IDEAS?
Las cartas se tiraron en el siguiente orden:
Fabricar tu tradición.
Lanzar desafíos.
Acorralar lo implícito.
Meditar a la sombra del árbol genealógico de tu decisión.
Arriesgarse a que algo quede en nada.
Soportar no tener razón.
Suspender lo verdadero de lo falso durante las operaciones.
Seguirle la pista a lo que nos despista.
Estar disponible a la disponibilidad.
Empezar por el medio.
Partir de las cosas tal y como son.
Escuchar lo que se vé.
Hacer la pregunta que mata
Considerar la escala del problema.
Elaborar el problema cuando uno ha encontrado la primera solución.
Caerse con elegancia.
Pensar en otra cosa.
Dejarlo cuando se vuelve pesado.
Elegir la obligación con ganas.
Evitar los estorbos.
Perseverar disfrutando y disfrutar perseverando. (1ª en blanco) (FE)
Hablar de lo que uno quiere aprender.
Desvelar los contrastes.
Describir a buena distancia.
Buscar el éxito (2ª en blanco) (NP)
Llevar la investigación (+ la innovación. NP)
Tomar los fracasos como recursos.
Pasar los conceptos en contrabando.
Frecuentar las paradojas.
Olvidarse de lo que uno sabe hacer.
Evocar elementos disparadores.
Utilizar “juegos” para encontrar disparadores. (3ª en blanco) (FE)
Abrir el código fuente.
Abrir las puertas y ventanas. (4ª en blanco) (IU)
Poner el azar de nuestro lado.
Unir azar + contrabando + juego –email críptico- (5ª en blanco) (NP)
Compara lo que está juego al principio con lo que está en juego al final.
Buscar errores en red.
Saber reconocer las buenas ideas de tu vecino.
Memorizar las bifurcaciones (vuelve a 8)
Apostar por lo improbable. (6ª en blanco) (LV)
Encajar lo improbable.
Clasificar tomando su tiempo.
Negociar con estilo.
Airear el problema que está debajo de la alfombra.
Hacer divertido el trabajo burocrático (7ª en blanco) (NT)
Innovar – Ser vanguardia (8ª en blanco) (IU)
Como se vé en la foto, la distribución de las cartas siguió un esquema no lineal con interesantes bifurcaciones, vueltas atrás y rodeos. Por otro lado, de la 1ª carta (fabricar tu tradición) a la última (ser vanguardia), se siguió un recorrido progresivo que pasó por muchas de las reflexiones históricas del grupo de IDEAS y de las decisiones que hay detrás de las iniciativas que ha ido proponiendo a la organización.
A destacar, el vacío entre las cartas 11 y 12. La primera cuarta parte del descarte sirvió para comprender las reglas y las posibilidades del juego. Se planteó la custión de la cartera de IDEAS de manera muy literal, buscando qué hacer con ella y el significado a la aparente obsolescencia en la que se encontraba desde hacía unas semanas. En esta línea se pensó en lo que implicaba la cartera y lo que, a veces de forma contradictoria, hacía explícito: una dinámica distinta de la planeada. Se comentó el camino que ha llevado el diálogo entre la cartera y la organización: parece que la cartera podría decir más y dar más de sí, pero las personas detrás de la organización no responden, o responden con silencio. Quizás la cartera ha perdido su novedad o quizás debiéramos hacerla más sorpresiva. En cualquier caso, esta discusión llegó a un punto de bloqueo entre las cartas 11 y 12, que tienen que ver con atender a los hechos objetivos en torno a la cartera de IDEAS; observar “de manera fenomenológica” su estado y los comportamientos que ha incitado.
De aquí hasta la 1ª pregunta en blanco (carta nº 21), la línea argumental atraviesa varias situaciones exigentes y reactivas al bloqueo anterior. El debate planteó cómo continuar lanzando iniciativas y aprovechando las que yá están en marcha superando una y otra vez los fracasos, y refocalizando los objetivos. Esto supone una especie de disciplina por parte del grupo de IDEAS, que debe saltar alternativamente del rol proactivo al observador, al participativo, al crítico y vuelta a comenzar.
El tono del juego pasó de lastimero a eufórico. Las cartas perdieron gravedad y tomaron un sabor más vivo. Varias cartas se echaron a la vez. El grupo se concentró en los resultados positivos y en las expectativas aún en marcha. NP lo fijó por escrito en la carta nº 25 ”buscar el éxito”. Ya vale de decir que las cosas salen mal; estamos para abrir caminos, para mirar lejos, para aprender lo que no sabemos. Y esto, investigando e innovando, controlando las herramientas que disponemos para ello.
De la carta 27 a la 42 el juego se volvió casi un trance colectivo: se echaron muchas cartas a la vez y se escribió la mitad de las que estaban en blanco, pasando incluso de mano en mano, matizándose, metiéndose en el meollo de las paradojas y las significaciones ocultas. Se conformaron las cartas en torno a ese agujero central que sería muy interesante calificar. Se abandonó el camino de la satisfacción al que había llevado la euforia anterior. Se entró de lleno en la posibilidad de experimentar los imponderables, de frecuentar el azar, de catalizar reacciones en red, de trazar los senderos del juego, lo que llevó a LV a proponer “apostar por lo improbable” (carta 41) y a encajarlo. La cuestión de los “disparadores” resultó muy animada: ¿cuáles son esas referencias que orientan al significado y a la acción? ¿ayudan este tipo de “juegos” a encontrarlas? ¿su identidad es, básicamente, paradójica? ¿la confusión puede ser una aliada? Constatar las divergencias entre lo planificado y lo realizado ¿puede aportar el contraste necesario para distinguir las buenas ideas? Se trataría entonces, más que de “buscar el éxito”, ¿de “buscar los errores en red”? De esta parte de la dinámica surgió la idea de lanzar un email críptico, que construya ideas sobre las de los demás, a circular, primero, entre el grupo de IDEAS y, después, por toda la organización. También se discurrió la posibilidad de “censurar” o “secuestrar” una idea de la cartera, para provocar reacciones no controladas. Todo ello nos acercó a la certeza de que lo improbable, lejos de ser algo a evitar, es algo a facilitar de manera activa, marcando unos objetivos, sí, pero permitiendo la creación de significado desde el caos.
Las últmas 5 cartas se lanzaron de manera premeditada. Son un resumen de la custión que se trató en el fondo: no tanto cómo usar la herramienta llamada “cartera de IDEAS”, sino cómo ser continuamente vanguardia en una organización que se dedica a muchas otras cosas, que arrastra cierta inercia burocrática y permite tabús cuya ruptura hay que negociar con estilo. Este juego resultó ser un ejercicio de todo esto.
Como actividades surgidas del juego, en los próximos 14 dias (uno por persona del grupo de IDEAS) se lanzará este email críptico que encadene ideas entre nosotros. Además, se persigue acercar la cartera a todo el personal de la organización, promoviendo una campaña de difusión y presentandola en las reuniones de unidad y campo de aplicación.